El ojo cuenta con distintas estructuras que lo protegen: órbitas, párpados, glándulas lagrimales, pestañas y cejas. Los medios transparentes que lo forman son: pupila, cristalino, retina, iris y córnea. Las vibraciones se transmiten a través del oído medio por el martillo, yunque y estribo. Al mismo tiempo, originan ondas en el líquido del oído interno. Esos estímulos salen mediante los nervios auditivos superiores. Hay cuatro sensaciones gustativas que pueden reconocerse con facilidad: dulce, amargo, ácido y salado. Cada una depende de corpúsculos gustativos diferentes, que se distribuyen en determinadas zonas de la lengua. El sabor dulce se aprecia de preferencia en la punta de la lengua; el amargo en la zona posterior; el ácido en los bordes y el salado en la punta u los bordes. La parte interna de la nariz está formada por paredes: la pituitaria amarilla y la pituitaria roja o rosada. La mayoría de las sensaciones son percibidas por medio de los crepúsculos, que son receptores que están encerrados en las cápsulas de tejido conjuntivo y distribuido entre las distintas capas de la piel. Las capas de la piel se llaman epidermis, dermis, e hipodermis. El sentido de la vista se sitúa en los ojos. En los animales superiores es par, ubicado en el interior de los huesos de la cara, en las cavidades orbitarias que presenta la parte anterior de la cabeza.
LAURA Y LARA
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Ernesto Oviedo