miércoles, 22 de octubre de 2008


La historia de la construcción, conservación y restauraciones de la fábrica material de la catedral leonesa es tan interesante para el conocimiento de sus vidrieras, como el marco de un cuadro. Antes de adentrarnos en el estudio de las vidrieras emplomadas, necesitamos saber cuando nació y de que forma iba creciendo este marco donde debían lucir los cristales de colores.
Parece que la obra se suspendió, postergada en beneficio a la catedral de Burgos, ciudad erigida en la capital del Reino.
Las referencias documentales que conocemos, en relación a los maestros vidrieros de la catedral de León, son muy escasas y, en su mayoría, son muy tardías. Las vidrieras de la serie baja, pertenecientes a las naves laterales son nuevas. Solo se conservaron de las primitivas las rosas y los arcos ojiva de cada uno de los huecos, con decoración de formas vegetales y cabezas pequeñas de dragones y bichas. A principios del siglo X V, gracias a los obispos Villalón y Cusanza, la fabricación de vidrieras para la catedral adquirió un nuevo impulso.
Las imágenes de las vidrieras comunicaban el contenido conceptual de la historia de la Redención este programa temático se rompe en el siglo XVI que se incrusta el ventanal de los cuatro santos españoles en la ventana del número 6.

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Ernesto Oviedo