viernes, 13 de junio de 2008

LA ECONOMIA

Si la economía española ya estaba muy tocada como consecuencia del efecto de la crisis en el sector inmobiliario y el parón del crédito por el terremoto causado por las hipotecas subprime, la huelga del transporte puede darle la puntilla. El Gobierno de Zapatero nunca, hasta ahora, había tenido que lidiar con un problema de tal magnitud. Desde que accedió al poder en 2004, la bonanza y el buen ciclo de la economía habían llevado en volandas a Zapatero que, recién revalidado su mandato, parece incapaz de afrontar una crisis que ya es evidente para todos –incluso el vicepresidente, Pedro Solbes, utiliza ya el término–, salvo para él.El sector del automóvil, la distribución, los servicios... Estos eran los sectores en los que el Gobierno confiaba para tomar el testigo del inmobiliario como motores del crecimiento. En grandes cifras, las cuentas que hacía el vicepresidente Solbes eran sencillas. Si el 15% de la economía española está enferma, el otro 85% tiene que tirar del carro. Pero como en el cuento de la lechera, las previsiones del Gobierno han fallado. Los altos precios del crudo han movilizado a los agricultores, a los pescadores, pero sobre todo al transporte. Y los paros en este último sector van a truncar la esperanza que el Gobierno había depositado en otros sectores. De momento, el bloqueo de las fronteras afecta al comercio exterior. Industrias como las del motor, los electrodomésticos o los bienes de equipo, van a sufrir por la falta de componentes. La agricultura puede perder parte de su producción por la imposibilidad de colocar sus productos en el mercado. Y todo este caos puede hacer que la economía pierda 500 millones de euros al día. Además, esto tendrá efectos sobre el empleo, que hace ya meses que atraviesa una difícil situación con crecimientos notables de las cifras del paro, cuya tasa ronda ya el 10%.En estas circunstancias, el Gobierno está obligado a tomar medidas difíciles, si quiere corregir la dinámica perversa que ha tomado la economía española y recuperar algo del crédito en el exterior. Ya no vale con contemporizar con idílicas palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por mandarnos tu comentario.
En breve será publicado.


Un saludo:

Ernesto Oviedo